23/06/2025
No es solo un osito. Es un pedazo de historia que vuelve.
Entregar un osito de Amor de trapo nunca es fácil.
Sabemos que llevamos un abrazo entre costuras…
pero también llevamos un silencio que duele.
Porque la ropa que nos entregaron, doblada, guardada, con la misma tristeza y la misma ausencia…
hoy regresa transformada.
Y lo que era una bolsita con olor a recuerdo, se convierte en algo que puede abrazarse. Tocarse. Sostenerse.
No es solo un osito.
Es un testigo silencioso del amor más grande.
De esos amores que siguen… aunque ya no estén.
Quien recibe uno, lo sabe.
Hay lágrimas.
Hay emoción.
Hay un duelo que se vuelve presencia.
Y también hay algo más:
Una parte del alma que se acomoda.
Un rincón de la casa que ahora tiene sentido.
Un objeto que no está “guardado”, sino vivo.
Con energía. Con esencia. Con memoria.
Este osito no reemplaza nada.
Pero acompaña.
No borra la ausencia.
Pero la vuelve abrazo.
Gracias a quienes nos confían algo tan íntimo.
Gracias por dejarnos bordar lo invisible, coser lo eterno y devolverles un fragmento tangible de lo que nunca se fue.
Gracias también por permitirnos compartir estas imágenes llenas de amor,
que nos recuerdan que un osito puede sostener mucho más que recuerdos.
Ositos del Recuerdo Un Solo Corazon
Porque hay memorias que merecen cuerpo…
Y abrazos que merecen quedarse.
Si decides dar os esa rarea de trasformar la ropa que guardaste en un abrazo eterno, escríbenos por whas 8261144712 de de Amor de trapo