Selectos de Castilla S.A. se crea en el año 1989. Javier, Manuel y Enrique de Prado, los tres nacidos en Montpellier y estudiantes en Universidades y Escuelas de ingenieros de Toulouse, vienen a instalarse en el pueblo de su padre, en Palencia.
La empresa inicia su actividad innovadora en aquel momento en Villamartin de Campos, con dos hermanos y una plantilla de dos empleados y una capacidad de producción de 3000 patos año.
Hoy la plantilla es de 30 empleados entre la planta de elaboración y la Cooperativa Ganadera de Villamartin con una capacidad de producción de 54.000 patos año.
La instalación en la Tierra de Campos Palentina y en los alrededores de la Laguna de la Nava responde al echo de que las anatides han escogido desde miles de años atrás este lugar para invernar dejando claro que el entorno es climatológicamente adecuado a la cría extensiva de estos animales. La presencia en una zona de grandes campos de cereales invita a un itinerario técnico con espacio y calidad de alimentación de las aves. Itinerario técnico que induce a una cría larga de 84 días superando así los estándares más altos de calidad de “Label Rouge”, denominación de más alto rango que existe en Francia.
De esta manera se cría el animal sin adición de fármacos, ayudas de crecimiento u otros componentes no naturales de su alimentación que dejarían huella en el hígado graso, filtro del cuerpo del animal, asegurando tanto la salud del consumidor como la calidad gustativa
De ahí que el embuche, se hace de manera tradicional es decir con maíz en grano no modificado genéticamente, en jaulas colectivas permitiendo de esta manera un control por el propio metabolismo del pato de su digestión y un bienestar optimo de los patos en la fase de embuche, contrastando con lo que ocurre en embuches llamados industriales con administración con presión neumática de papilla de maíz y otros componentes y que se sigue utilizando en casi todas las granjas Españolas y Europeas inclusive en Francia.
La planta de elaboración en Villamartin de Campos se sitúa a menos de un kilómetro de los parques de cría y salas de embuche de nuestra granja, la Cooperativa Ganadera de Villamartin, COGAVI, para evitar estrés en el transporte.
Nuestros procesos de elaboración requieren muchisima mano de obra y un grado de conocimiento del producto con gran saber hacer que nos integra en una apelación artesana en el sentido etimológico del término.
El conocimiento del provenir de los patos y de su histórico así como una trazabilidad auditada, desde el patito hasta el envase nos asegura un origen seguro del producto.
Esto permite elaborar todos y cada uno de nuestros productos de manera 100% natural sin ninguna clase de aditivos sintéticos o químicos en los procesos.
Se utilizan solamente la materia prima perfectamente limpiada de impurezas, de nuestro matadero o si no se trata de patos, comprada a proveedores de conocida calidad con origen controlado por denominaciones, IGP, marcas de garantía… y que cumplan las normas de calidad de ISO.9008 o los criterios más estrictos que planteamos a nuestros proveedores.
Para esto, la formación del personal es continua y el uso de herramientas que nos permiten controlar y mejora la Calidad sanitaria y gustativa es implantado desde los inicios de la empresa. HPCC en 1994, QFD en 1996, ISO UNE 9001:2000 en el 2000, ISO UNE 9001:1015 e ISO 22000:2005 en 2018 etc…
La clientela de nuestra empresa en España es básicamente la restauración en un 60%, seguida por tiendas finas o de delicatesen y clientela particular.
Empezando en Castilla y León, el mercado se ha vuelto nacional, europeo – Suecia Holanda, Bélgica, Portugal, Irlanda... e internacional con exportaciones regulares a Japón, Nueva Zelanda, Australia, Islas del Caribe, Honk-hong, etc…y varios países con menos regularidad en el resto del mundo.…
Los salones alimentarios a los que acudimos son Alimentaria Barcelona, El Salón del Gourmet de Madrid, Madrid Fusión y otros eventos más específicos en apoyo comercial directo con catas, presentaciones, cursos de cocina del pato, etc….
Dejamos de asistir a salones internacionales como Anuga en Coloña o el Sial en Paris en 2010, concentrando nuestros esfuerzos en misiones más directas con nuestros importadores, como visitas in situ y apoyo comercial a los equipos de venta, o visitas a fábrica e intervenciones en escuelas de cocina a nivel nacional e internacional.
Desde su creación, nuestra empresa, tanto en la granja como en la fábrica ha procurado respetar y mantener el medio ambiente, con técnicas de cría y ganadería que se integran en la naturaleza, cambiando paja por abono, por ejemplo, trabajando con Institutos agrarios locales para la transformación de nuestros abonos en mejores fertilizantes, plantando más de 60 hectáreas de arboleda con especies autóctonas y de crecimiento largo en la estepa castellana.
Últimamente y con ayuda de la Fundación para la Bio-diversidad del ministerio de agricultura y medio ambiente, hemos trabajado en la adaptación al cambio climático en dos aspectos fundamentales: ahorro del consumo de agua en la granja y economía de recurso eléctrico, que aseguran nuestra sostenibilidad y que nos ayudan a reducir nuestra huella de carbono que ya es negativa con las plantaciones de árboles.
En 2017 y seguidamente en 2018, cubrimos de placas solares los tejados de las fabrica y después de las naves de cría para producir un mínimo de 60% del consumo de electricidad, necesario tanto para el bienestar de los patos en la granja como para abastecer la fábrica.
La producción limitada y controlada permite un crecimiento lento y un asentamiento seguro de la calidad de los productos, que pese a los altos y bajos del mercado mantiene unas ventas constantes con una fidelización cada vez mayor de los clientes. Tanto es así, que nuestros clientes anuncian el “Foie de Villamartin” o el “Pato de Villamartin” en sus cartas de restaurantes o anuncios de tiendas. Y hoy de esta manera lo podemos publicitar.
La cría extensiva de los patos, el embuche tradicional y el entorno favorable de la Tierra de Campos hacen la calidad de nuestra carne y del foie que siendo Españoles compiten con lo mejor de la gastronomía clásica del Foie Gras francés en su faceta de Label Rouge.
En 2010 el foie de Villamartin se sirvió en la mesa de Gala de Entrega de los premios Nobel en Estocolmo, dando a conocerse mejor en el mundo entero.
La elaboración cuidada sin aditivos permite ofrecer productos de gran sabor, de calidad gustativa indiscutible y realmente sanos en un mercado donde lo natural y sostenible ha pasado de ser un lujo a ser imprescindible.
