19/02/2025
Vino y Gastronomía El mejor compañero de una buena comida es, como no, un buen vino
Ya en el año 1392, se encuentran referencias de la unión de ambos conceptos con la palabra Gourmet, con la que se llamaba a la persona refinada en el buen beber y comida.
Desde entonces, el concepto se amplía de forma que se crean normas de degustación de los vinos y de los maridajes asociación de cada alimento con su vino correspondiente a través de aspectos gustativos, colores o aromas.
Estas normas son alterables y hoy en día más que nunca provocado por los nuevos sabores y texturas que surgen de la nueva cocina. De estas cabe destacar las tres normas básicas: el color, la densidad y el aroma.
La clasificación del color es la más antigua y con una connotación psicológica, vinos blancos-pescado y marisco y vinos tintos-carnes.
Un componente del vino tinto es el culpable de esta clasificación: LOS TANINOS.
Éstos, combinados con pescado y marisco, dan un gusto metálico. Tampoco se aconsejaba el maridaje de vinos tánicos con "foie gras", pastas, macarrones, queso blanco y postre.
En cuanto a la densidad del vino, se habla de la graduación alcohólica y la concentración aromática de un vino, ésta debe estar en consonancia con el plato y nunca por encima, por tanto, platos delicados merecen vinos suaves
Al maridar se busca la armonía de los aromas y el beneficio de los componentes saludables del vino (no es lo mismo, si éste no se acompaña de la ingesta de alimentos).
Estas normas se complementan con unos consejos aplicables durante los almuerzos donde se degustarán más de uno (No se aconseja beber más de tres vinos distintos para el almuerzo.) Blancos antes de tintos, jóvenes antes que vinos de crianza
-Evitar consumir bebidas de alta graduación en el aperitivo.
Es muy adecuado combinar vinos y platos de un mismo origen y muy importante servir a los vinos a la temperatura idónea.
Los platos en los que el vino es uno de los ingredientes, se recomienda maridarlos con el mismo vino.
Como advertencia, cabe decir, que si durante la comida sólo se bebe un vino, éste se tendrá que escoger de acuerdo con el plato principal. No todos los platos pueden ser acompañados por un vino, los problemas surgen con platos con ajo, cebolla, anchoas, legumbres crudas, huevos, fruta fresca y ácida, picantes, vinagre o mostaza.
Estos consejos nos ayudarán a escoger el vino adecuado para cada momento, o tal vez escoger el almuerzo por el vino que queremos degustar.
ANA MARTIN
ENOLOGA,
LICORES MARTIN