
22/06/2025
LOS ESCITAS Y SUS VICIOS 🍷🌿🚬
Los escitas no son desconocidos para la historia, ni para el mito. Prosperaron entre el 900 y el 200 a. C., extendiéndose desde las estepas del Mar Negro hasta China. Eran un pueblo nómada que sabía luchar a caballo con mayor eficacia que cualquiera de las civilizaciones establecidas con las que se toparon. Combatieron a los persas y atemorizaron a los antiguos griegos.
Objetos recuperados de sus tumbas revelan cómo los escitas aprendieron sobre el vino en Grecia y se volvieron adictos a él. Si el consumo excesivo de alcohol era importante en su cultura, también lo era fumar cáñamo. El historiador griego Heródoto es a menudo acusado de inventar sus historias extravagantes. Una de sus historias sobre los escitas es que les encantaba fumar cáñamo, que quemaban sobre piedras al rojo vivo bajo una especie de tienda en la que se podía meter la cabeza. El descubrimiento de uno de esos artefactos fue encontrado por los arqueólogos. Lo que le da la razón al Padre de la Historia.
Heródoto también relata que los escitas bebían el vino solo, es decir, sin diluir con agua, a diferencia de la costumbre griega, que lo diluían con agua en grandes cráteras. Según Ateneo, «los escitas suelen beber en exceso» y «emborracharse es comportarse como un escita». François Hartog comenta: «Así pues, beber vino es señal de un hombre civilizado, pero beber vino sin diluir es señal de un salvaje y representa una transgresión». Desde entonces, según señalan los antiguos griegos, cuando quieren beber más fuerte, dicen: «Sirve a lo escita».
Se sabe que el rey de Esparta, Cleómenes, agarró esa afición por el vino puro después de visitar a los escitas. Por ese motivo creían los espartanos que se volvió loco.
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