23/11/2024
Adriana Magali Matiz: La sucesora en el escenario político Barretista del Tolima lo lleva al
El liderazgo de Adriana Magali Matiz está tomando fuerza en la política regional del Tolima. Como actual gobernadora, su estilo de gestión, enfocado en la cercanía con las comunidades y el diálogo conciliador, ha captado la atención de diferentes sectores. En medio del declive en la actividad política de Óscar Barreto Quiroga, quien por años mantuvo una significativa influencia en el departamento, Matiz emerge como una de las figuras con mayor proyección en este contexto.
A pesar de la continuidad que representa, Matiz ha demostrado tener un enfoque propio, alejado de los conflictos internos que han caracterizado a otros sectores. Su capacidad para superar las tensiones entre líderes como Ricardo Orozco, Giovany Molina y Alexander Castro, Edwin Castro, la posiciona como una figura central en la reconfiguración del poder político en el departamento. Este nuevo liderazgo apunta a una administración más orientada a las necesidades de las comunidades que al fortalecimiento de grupos políticos.
En la coyuntura actual, el llamado “barretismo” enfrenta divisiones internas y una pérdida de protagonismo debido, en parte, a los problemas de salud de su principal referente. Matiz ha optado por alejarse del peso del pasado y proyectar un modelo de gobierno más incluyente. Su gestión, aunque vinculada históricamente al movimiento de Barreto, busca priorizar el beneficio de los ciudadanos, marcando un distanciamiento del personalismo político que ha caracterizado al Tolima.
Este momento podría ser decisivo para el futuro político de la región. Si bien Matiz es vista como heredera de una estructura de poder consolidada, su administración también representa una oportunidad para redefinir las prioridades y métodos de gobernabilidad en el Tolima. Las expectativas de los ciudadanos sobre un liderazgo enfocado en resultados tangibles marcan el desafío principal para la gobernadora.
Con un departamento históricamente fragmentado por tensiones políticas, Matiz tiene en sus manos no solo la posibilidad de consolidarse como una figura central, sino de reconstruir la confianza de los tolimenses en la capacidad transformadora de sus líderes. Su capacidad para enfrentar los retos sociales y políticos será clave en esta transición.