14/05/2025
Brian y Diego, en sus tiempos libres no se queda en casa perdiendo el tiempo… salen a vender deliciosas tortas de naranja, empanadas para ganarse sus propias monedas y aportar en su hogar no importa si llueve o hace calor, el trabajo no para.
Porque así es la vida del que lucha, no se rinde. Y cuando un hijo crece viendo el esfuerzo, y decide imitarlo, es porque ese hogar está sembrando futuro.
Aprender sobre el negocio y el emprendimiento desde niños es una señal clara de que ese joven llegará lejos. A veces, estos pequeños grandes ejemplos nos enseñan más que cualquier discurso.
Por eso siempre debemos apoyar a la juventud que se atreve, que sueña y que actúa. Hoy les mostramos la historia de estos dos pequeños luchadores que humildemente, están enseñando a muchos. Porque cuando hay actitud, los límites desaparecen… si les ven por ahí recorriendo con sus cositas a la venta, compren pues, heterei… ❤️✨