
17/06/2025
BERSERKER, BESTIA IMPARABLE VIKINGAS
Entre los vecinos hay un berserker, muy solicitado en tiempos de guerra o para formar parte de una expedición de saqueo, pero que en tiempos de paz supone un gran problema para quien lo tenga a su lado, ya que no le resulta nada fácil adaptarse a la vida cotidiana de la granja. Además, a veces llega a entrar en trance de manera involuntaria y entonces es muy difícil de controlar. Sólo el recuerdo de las batallas ganadas gracias a él ha impedido que sea «apartado al bosque», como ocurre con otros berserkir que deben llevar vida de forajidos, separados de la gente normal, hasta que son llamados para volver a ejercer esas cualidades que al mismo tiempo son su sustento y su maldición.
Tanto reyes como jarls disponen de este tipo de fuerzas que casi podríamos llamar guardia personal. Entre estos hombres solía haber algunos berserkir, denominación que aparece en las sagas referente a los guerreros que combatían en estado de trance y con una ferocidad extrema, empleando una fuerza descomunal y sin la menor preocupación por las armas del enemigo, ya que ellos eran «aquellos a quienes el hierro no puede dañar».
La palabra berserker (plural, berserkir) tiene dos acepciones. Por un lado, quiere decir ‘sin camisa’, por la costumbre que tenían estos guerreros de rasgarse la ropa y combatir medio desnudos. Por otro lado, es una derivación de ‘piel de oso’, por ir habitualmente cubiertos con una capa de este material. Menos conocido es el término ulfhednar, en el que el oso es sustituido por el lobo. Y no eran llamados así sólo por sus pieles: los berserkir combatían como verdaderos animales depredadores.